Me parece que es una fábula graciosa y con bastante trasfondo. No conozco su autoría y me parece que es bastante antigua y de origen popular. Por supuesto existen múltiples versiones y yo voy a contarla a mi manera. Creo que es aplicable a muchas facetas de la vida y tiene vigencia en cualquier organización, así que ya me contareis si os resulta divertida y útil.
Iba la gallina por la granja con sus polluelos, cuando uno de los pollitos en un descuido se escapó del grupo. El pollito ansiaba conocer mundo y poder actuar con libertad.
Salió de la protección de la granja por un pequeño agujero en la valla y se encontró libre y solo en la inmensidad del prado. Bueno no solo del todo, ya que una zorra (animal) lo había visto y se acercaba silenciosamente a él.
En el último momento, el pollito se percató de la presencia de la zorra y huyó precipitadamente corriendo por el prado.
La zorra lo perseguía y se acercaba y el pollito se encontró de repente entre las patas traseras de una vaca que pastaba tranquilamente.
La vaca hizo aquello que suele hacer mientras pasta y el pollito se encontró completamente cubierto de una enorme mierda de vaca.
La zorra, ya en el lugar, miraba por todos los lados, triste porque había perdido su presa. Mientras tanto, el pollito, consciente del peligro que todavía existía, contenía la respiración en su inesperado escondite. Pero ya no pudo más y acabó respirando y haciendo un incontrolado:
PIO!
La zorra que lo oyó, lo saco de la mierda, lo llevó al rio, lo lavó y se lo comió…
De esta fábula podemos extraer tres moralejas:
No todo el que te llena de mierda lo hace por mal.
No todo el que te saca de la mierda, lo hace por bien.
Y sobre todo, cuando estés de mierda hasta arriba, mejor no decir ni PIO …