Queremos volar a la luz y nos perdemos en las sombras. Queremos el libre albedrío y nos ceñimos al instinto. Creemos que el raciocinio nos hace tal como somos y somos esclavitud, esclavos de nuestros miedos, nuestros programas genéticos, nuestros deseos y gozos.
Queremos la libertad y un torbellino de realidad nos deja pegados al lodo. Creemos ser hijos únicos y somos tan parecidos como los granos de arena que mueren uno tras otro.
Ahora que ya somos prisa, prisa presa de la prosa, que la rima te esclaviza y te aparta del ahora. Vivimos solo el presente repetido de la historia, un presente que te ahoga, que te distrae en espejismos y que al vacío te aboca.
Los sentidos nos engañan y hacen del tiempo rutina, diluido en la tormenta de ciclos de infinitas olas, que rompen una tras otra, prosaica sucesión de terrenales eventos en que perdemos el tiempo, satisfaciendo deseos que dejan insatisfechos y preguntando a la nada si esto puede ser todo.
El techo no es tan blanco como debiera, o quizás esta sala no está tan limpia como debería… Es como si esa luz, exageradamente blanca, difuminara los contornos de la realidad. ¿he dejado el móvil apagado? Sí, creo que sí, aunque si me llaman del trabajo… No, no tienen porqué llamar. He leído un par de whatsapp y un correo de la Uned, algo de una actividad que se iba a realizar esta semana. No iré, tal vez la próxima. ¿Por qué me viene tan vívido el sabor del zumo de naranja de ayer?, después tomé otras cosas, pero ese gusto de naranja… Me alegro de mi solidaridad con el banco de sangre, aunque claro a mí no me pondrán de la mía… Que absurdo, claro que no… Estoy desvariando… ¿Dónde he dejado el coche?, ¿Dónde? … No, estúpido, iba en el tren. No recuerdo lo último que me han dicho antes de verlos tan lejos, algo de respirar profundo… Me pregunto si para ellos todas la intervenciones son iguales… Quiero volver a ver a Vicky, no le he dicho bastantes veces que la quiero y ¿Por qué me enfadé tanto ayer con mi hijo?, no tenía tanta importancia y debo tener más paciencia con él. Yo también andaba perdido a los 18 y ha heredado mi inteligencia. Va a madurar… Había mucho ruido y movimiento, ahora hay demasiado silencio… La luz ya no es tan blanca… no quiero dormirme pero es dulce, lejano… no puedo evitar… no puedo… no…
Que por mayo era, por mayo, cuando hace la calor, cuando los trigos encañan y están los campos en flor, cuando canta la calandria y responde el ruiseñor, cuando los enamorados van a servir al amor; sino yo, triste, cuitado, que vivo en esta prisión; que ni sé cuándo es de día ni cuándo las noches son, sino por una avecilla que me cantaba el albor. Matómela un ballestero. ¡Déle Dios mal galardón!
Es una poesía anónima de la edad media, que aprendí en literatura de EGB y ya ha llovido… Me «cautivó» por su simplicidad, ternura y belleza y la suelo recitar con cierta frecuencia, para ejercitar la memoria.
Insisto en mi profunda admiración por el gran Jorge Luis Borges y además en el caso del poema que incluyo a continuación, une de manera perfecta poesía y ajedrez en una metáfora de la vida que es filosofía y pensamiento. Si no lo conoces, es pecado no leerlo y si ya lo conoces, seguro que disfrutaras otra vez con el.
AJEDREZ
I
En su grave rincón, los jugadores rigen las lentas piezas. El tablero los demora hasta el alba en su severo ámbito en que se odian dos colores.
Adentro irradian mágicos rigores las formas: torre homérica, ligero caballo, armada reina, rey postrero, oblicuo alfil y peones agresores.
Cuando los jugadores se hayan ido, cuando el tiempo los haya consumido, ciertamente no habrá cesado el rito.
En el Oriente se encendió esta guerra cuyo anfiteatro es hoy toda la Tierra. Como el otro, este juego es infinito.
II
Tenue rey, sesgo alfil, encarnizada reina, torre directa y peón ladino sobre lo negro y blanco del camino buscan y libran su batalla armada.
No saben que la mano señalada del jugador gobierna su destino, no saben que un rigor adamantino sujeta su albedrío y su jornada.
También el jugador es prisionero (la sentencia es de Omar) de otro tablero de negras noches y de blancos días.
Dios mueve al jugador, y éste, la pieza. ¿Qué Dios detrás de Dios la trama empieza de polvo y tiempo y sueño y agonía?
Llevábamos casi media botella de whisky. Daniel me miró con los ojos turbios y me dijo -La diferencia entre implicarse y comprometerse se aprecia en una tortilla con jamón. La gallina está implicada … Pero el cerdo, está comprometido.
Esa frase la conocíamos ambos de un curso de gestión de proyectos, pero ahora Daniel no pensaba en trabajo y jugaba con el anillo que le había devuelto Susana.
Yo no supe qué decirle, pero me acordé de un refrán que repetía mi abuelo: “La vida es como la escalera de un gallinero, corta, pero llena de mierda”. Serví dos copas y le acerqué una a mi amigo.
Reconozco mi profunda admiración por el gran Jorge Luis Borges y me gustaría incluir un poema suyo, que me parece genial. Si alguien no ha tenido la suerte de leerlo, no debe desperdiciar esta oportunidad.
EL RELOJ DE ARENA
Está bien que se mida con la dura Sombra que una columna en el estío Arroja o con el agua de aquel río En que Heráclito vio nuestra locura
El tiempo, ya que al tiempo y al destino Se parecen los dos: la imponderable Sombra diurna y el curso irrevocable Del agua que prosigue su camino.
Está bien, pero el tiempo en los desiertos Otra substancia halló, suave y pesada, Que parece haber sido imaginada Para medir el tiempo de los muertos.
Surge así el alegórico instrumento De los grabados de los diccionarios, La pieza que los grises anticuarios Relegarán al mundo ceniciento
Del alfil desparejo, de la espada Inerme, del borroso telescopio, Del sándalo mordido por el opio Del polvo, del azar y de la nada.
¿Quién no se ha demorado ante el severo Y tétrico instrumento que acompaña En la diestra del dios a la guadaña Y cuyas líneas repitió Durero?
Por el ápice abierto el cono inverso Deja caer la cautelosa arena, Oro gradual que se desprende y llena El cóncavo cristal de su universo.
Hay un agrado en observar la arcana Arena que resbala y que declina Y, a punto de caer, se arremolina Con una prisa que es del todo humana.
La arena de los ciclos es la misma E infinita es la historia de la arena; Así, bajo tus dichas o tu pena, La invulnerable eternidad se abisma.
No se detiene nunca la caída Yo me desangro, no el cristal. El rito De decantar la arena es infinito Y con la arena se nos va la vida.
En los minutos de la arena creo Sentir el tiempo cósmico: la historia Que encierra en sus espejos la memoria O que ha disuelto el mágico Leteo.
El pilar de humo y el pilar de fuego, Cartago y Roma y su apretada guerra, Simón Mago, los siete pies de tierra Que el rey sajón ofrece al rey noruego,
Todo lo arrastra y pierde este incansable Hilo sutil de arena numerosa. No he de salvarme yo, fortuita cosa De tiempo, que es materia deleznable.
Jorge Luis Borges
Siempre me han gustado los relojes de arena y había jugado mentalmente con la metáfora de ir perdiendo tiempo y vida con la caída de la arena, pero como lo expresa el maestro Borges es sublime.
Abofetea nuestra conciencia con verdades profundamente arraigadas en nuestro subconsciente, haciéndonos conscientes de ellas y permitiéndonos compartir su sabiduría.
¡Gracias Borges! por enfrentarnos a los espejos, al tiempo, a la vida y a la muerte, al vacío y al inevitable posterior olvido…
Es un PELICULÓN como pocos, que yo incluiría sin dudarlo en mi TOP 10. Bueno, me he lanzado a la piscina con poca agua… Elegir solo 10 películas sería un auténtico suplicio… 😅
Pero es una película genial, que te toca la fibra y te hace reflexionar sobe aquello que realmente es importante en la vida.
Frank Capra es uno de los grandes directores de todos los tiempos y James Stewart uno de los grandes actores. Aquí interpreta a un pequeño gran héroe que desde el trabajo en el día a día y el sacrificio y la honradez, hace que el mundo sea un poco mejor para sus conciudadanos.
Por un revés del destino, se plantea si todo ha servido de algo y si el mundo no sería mejor sin él. Algo que más de uno nos hemos planteado en alguna ocasión: ¿Hemos influido algo en el mundo o todo sería igual si yo no hubiera existido?
Es una interesante reflexión, a la que esta película responde con la importancia de nuestra vida en la vida de los demás y cómo la no existencia de alguien, cambiaría totalmente el ahora de su entorno.
Múltiples libros y películas han experimentado con el destino y los multiversos, desde distintos prismas y enfoques. En el fondo es hablar sobre nuestro yo, nuestra influencia en el colectivo y la importancia de vivir la vida de la forma más plena posible. Un camino de desarrollo personal, dentro o fuera de cualquier corriente espiritual o religiosa.
Pero me estoy enrollando demasiado, el caso es que es una película que ha envejecido bien, aun estando en blanco y negro, porque propone una buena historia extemporánea y que yo la suelo ver una vez al año, aunque me siga poniendo al borde de las lágrimas. 😪😪
Os dejo un enlace a Wikipedia por si queréis empaparos de información y el enlace a la peli completa por si os animáis a verla, a pesar de mi pesada introducción 😉
¡Qué bello es vivir! (cuyo título original es It’s a Wonderful Life) es una películaestadounidense de 1946 dirigida y producida por Frank Capra, basada en el cuento de The Greatest Gift (El mayor regalo), escrito por Philip Van Doren Stern en 1939 y publicado de forma privada en 1945.2 El filme es un clásico del cine estadounidense, y su emisión en televisión se ha convertido en toda una tradición navideña.
Está protagonizada por James Stewart en el papel de George Bailey, un hombre que ha renunciado continuamente a sus sueños debido a su sentido de la responsabilidad, su generosidad y su altruismo, y cuyo propósito de suicidarse en Nochebuenaprovoca la intervención de su ángel de la guarda, Clarence Odbody (Henry Travers). Clarence muestra a George cuántas vidas ha afectado con su ayuda, y cómo sería la vida en su pueblo si él nunca hubiera existido.
Os propongo un juego de lógica matemática, que puede servir para entretenerse un rato, sobre todo si os gusta picaros con este tipo de problemas.
Seguro que se puede encontrar la solución en Internet y yo incluiré la explicación al final del documento, pero lo interesante sería hacer trabajar la mente y averiguarlo por uno mismo…
Vamos allá con el problema:
Tenemos 10 cajas de galletas iguales aparentemente, en las que no se puede observar ninguna diferencia a simple vista.
Todas las cajas contienen igual número de galletas. 20 en concreto.
Todas las galletas parecen iguales, pero y esto es fundamental, las de una de las cajas pesan el doble que el resto. De manera que si todas las galletas pesaran 1 gramo cada una de ellas, las de la caja especial pesarían 2 gramos cada una. Por tanto hay una de las 10 cajas que pesa el doble que las demás.
Disponemos de una báscula, de las que nos indica el peso exacto en gramos de aquello que pesemos.
Con una sola pesada debemos obtener como resultado, cual de las cajas es la que pesa el doble que las demás. ¡Una sola pesada! ¡Podemos pesar lo que queramos!
Hasta aquí el postulado. ¿Cómo lo haríais? ¡A pensar!…
Si queréis comprobar la solución, o si simplemente os habéis rendido, hacer clic aquíy usar la contraseña MeRindo! para acceder.
Espero que os haya resultado interesante. Hasta el siguiente…