FRASES HECHAS 2
FRASES HECHAS 2
¡Te acompaño en el sentimiento!
¿Cuantas veces se lo habrán dicho ya esta mañana? Y ¿Que quiere decir exactamente esa frase?… Un formalismo, claro. Un querer quedar bien, según las normas de la hipócrita sociedad.
¡Ojo! y no digo que muchos no lo sientan. Dolor, pena, empatía y temor por la parte que te toca.
Acompañar en el Sentimiento… Como si a la hora de sentir, no fuera cuando más solos y aislados estuviéramos.
No hay manera de saber que sentimos exactamente unos y otros. Si a veces, no sabemos que sentimos ni nosotros mismos: ¿Dolor?, ¿Ausencia? ¿Cansancio? ¿Alivio? O un coctel «molotov» de todos.
Además, las alternativas son igual de vacías: No somos nada. Ha descansado. ¿Tú como estás? ¿Cómo ha podido ocurrir?…
Debería ser una asignatura de primaria. Nadie nos enseña a vivir y nadie nos enseña que morir es la única puerta de salida…
¡Vaya!, parece que me toca y mira que lo aprecio, pero ahora mismo ¿Qué le digo?
-¡Te acompaño en el sentimiento!
FRASES HECHAS 3
FRASES HECHAS 3
Ven a mi cuarto de estar, dijo la araña a la mosca.
La trampa estaba minuciosamente preparada y el cayó como un primo. Le había mirado varias veces durante la mañana e incluso le había sonreído en una de las ocasiones.
Él que ya había abandonado toda esperanza con ella, se atrevió a soñar durante unos instantes y fue como si una bocanada de aire fresco y perfumado entrara en sus pulmones.
Mientras encuadernaba un informe en la fotocopiadora, ella se acercó a copiar unos documentos y le dijo. –Hola Rodrigo. Cuanto tiempo sin hablar… ¿Cuánto tiempo? Como si le hubiera hablado directamente alguna vez. –Sí, preparando un informe para el jefe- Contestó. Vaya comentario tonto. No me había preguntado por el informe, pensó.
Pero ella le respondió con una sonrisa, como si no hubiera caído en la tontería de su comentario. –¿Has cambiado de coche? El otro día te vi con un coche muy bonito. –No, lo tengo más de cuatro años, pero lo cuido bastante y…- Ella le interrumpió, sin dejar de sonreír, mirándole fijamente a los ojos, como si quisiera captar su atención antes de continuar. –¿podrías llevarme luego a casa?
Se hizo un pequeño largo silencio, mientras Rodrigo terminaba de procesar sus palabras. Al final se hizo la luz en su cerebro y lo vio como un regalo del cielo. Ella quería que la llevara a casa y eso, para él, era como jugar la final de la champions.
Era un día maravilloso y podía ser una tarde mejor… –Sí, claro- Acertó a decir solamente. -Pues, hasta luego- Le dijo ella, con una mirada de complicidad, de esas que parece que te abren las puertas del cielo.
El resto del día fue rodado… No importaba gran cosa lo que fuera ocurriendo. Ni el jefe, ni las llamadas, ni los compañeros, podían afectar a la sensación de victoria y felicidad que embriagaba a Rodrigo.
El tiempo iba lento al final de la jornada, pero finalmente el reloj dio la hora de terminar y Rodrigo se encontró buscando a Virtudes entre el resto de trabajadores.
El trayecto a casa discurrió sin contratiempos, a pesar de andar distraído mirando sus preciosas piernas. Ella reía y hablaba. Él era sencillamente feliz.
Le pidió que aparcara junto al portal y le dijo si quería subir a tomar algo y él tuvo que contenerse para no explotar como si su equipo hubiera marcado un gol por la escuadra. -Siéntate- Comentó. Él se estaba acomodando en el sofá, cuando de repente su esperanza se vino abajo, como un castillo de naipes y noto un agudo dolor en el estómago.
Era como si la luz se hubiera atenuado y algo le asfixiara. Necesitaba salir de allí, pero ya era demasiado tarde. Ella se había sentado a su lado y le preguntaba. -¿Rodrigo, tú crees que le gusto a tu amigo David? -Bueno, supongo que sí- dijo lentamente, mientras asumía cuál era su verdadero papel y porqué estaba allí.
Mantuvo el tipo lo mejor que pudo, evitando que se le saltaran las lágrimas y se agarró a la frase de Serrat, como si de un flotador emocional se tratara. “Nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio”.
FRASES HECHAS 4: REFRANES
Le miré mientras no podía evitar reflexionar: piensa el ladrón que todos son de su condición, pero me mordí la lengua, a riesgo de morir envenenado.
La discusión que había empezado de manera anecdótica y como una simple diferencia de opiniones, había ido in crescendo y amenazaba con terminar mucho peor de lo deseable. Ya decía Einstein que hay dos cosas infinitas, el universo y la estupidez humana y que no estaba seguro de lo primero…
Por aquello de refrescarme los adentros y no dejarme llevar de la polémica, empecé a recitar interiormente una retahíla de dichos y refranes que podían venir a cuento:
Tanto va el cántaro a la fuente que al final se rompe y de casta le viene al galgo, aunque no es oro todo lo que reluce y el que mucho abarca poco aprieta, así que más vale malo conocido que bueno por conocer y el que la sigue la consigue, pero a Dios rogando y con el mazo dando, que no por mucho madrugar amanece más temprano, ni hay mal que cien años dure y aunque la mona se vista de seda, mona es y mona se queda.
Cuando Dios cierra una puerta abre una ventana y la mentira tiene las patas muy cortas, aunque todo es según el color del cristal con que se mira y cada cerdo tiene su San Martín, pero ande yo caliente y ríase la gente, que siempre hay un roto para un descosido y a caballo regalado no le mires el dentado. El éxito tiene muchos padres pero el fracaso es huérfano y opinar es gratis, así que a quien Dios se la dé, San Pedro se la bendiga, que el que a buen árbol se arrima buena sombra le cobija y Dios aprieta pero no ahoga… Bueno eso que se lo digan a los del Titanic.
El hecho de que me miraran fijamente me hizo salir de mi ensimismamiento y asentí con la cabeza sin saber muy bien qué era lo que había sucedido. Intentaba que los calores no me subieran y no me delatara el sonrojo, pero respiré al detectar que no se había notado demasiado y la discusión acalorada parecía retomarse sin mi participación. De manera que intenté escuchar por dónde iba la cosa para poder intervenir y reconducir el tema.
Vi un resquicio en la controversia y tomando la palabra dije: Me parece que los árboles no nos están dejando ver el bosque. De donde no hay no se puede sacar y al buen entendedor pocas palabras bastan. Me miraron un poco descolocados y reinaron unos segundos de silencio. Mantuve varias miradas durante unos instantes y el acaloramiento pareció apagarse ligeramente.
¿Porque no buscamos un punto de encuentro? Pregunté y la reunión continuó sin mayores incidentes. Hasta un reloj parado da la hora exacta dos veces al día y más vale llegar a tiempo que rondar cien años…
¿No os parece?
No me hago responsable de todos ellos… Que luego hay muchas susceptibilidades: suegras, hombres, mujeres etc. Son frases y refranes.
Os dejo con una reflexión, bueno, dos:
Mi Felicidad tiene 11 letras.
Y no perdáis la vida buscando a alguien especial, lo difícil es encontrar a alguien medio normal.
😜
FRASES HECHAS 5
LO NUEVO EMPUJA LO VIEJO
Lo nuevo empuja lo viejo. Es una verdad universal, que podemos descubrir constantemente en múltiples facetas de la vida.
El universo se mueve haciendo que de manera irremediable nuevas generaciones de individuos sustituyan a sus progenitores y mejoren la especie; que millones de partículas se unan o se separen para formar nuevos elementos y que la materia se transforme en energía para renovar los ciclos.
Nacemos para morir y morimos para que otros nazcan y aun así, hay un minúsculo lapso de tiempo en el que nos sentimos inmortales…
La consciencia es un broma malévola de la naturaleza o una jugarreta de Dios, al tirar los dados, depende de lo que queramos creer, pero es el único punto de agarre que tenemos en la vorágine de segundos que vivimos entre el azar y el instinto.
Lo nuevo empuja lo viejo… Y apenas empezamos a reconocer, que ni siquiera conocer, a nuestro yo y éste ya es empujado hacia un final inevitable. Y que rápido pasa…
Pero mi abuelo era mucho menos metafísico y más prosaico cuando utilizaba esta frase (parece que fuera ayer, pero hace ya más de cuarenta años). Terminaba de comer, se levantaba con cierta pomposidad y mirándonos seriamente, pero con una pizca de socarronería en su voz, nos decía: -«Lo nuevo empuja lo viejo». Y todos lo entendíamos perfectamente…
Es lo que tienen las verdades universales.
FRASE – FREUD
ME PARECE UNA FRASE GENIAL Y POR DESGRACIA MUY CIERTA:
«EXISTEN DOS MANERAS DE SER FELIZ EN ESTA VIDA, UNA ES HACERSE EL IDIOTA Y LA OTRA SERLO«.
OTRAS FRASES SUYAS:
-La historia es solo gente nueva que comete viejos errores.
-Recordar es el mejor modo de olvidar.
-Uno puede defenderse de los ataques; contra el elogio se está indefenso.
-Cada uno de nosotros tiene a todos como mortales menos a sí mismo.
-El loco es un soñador despierto.
-No existe ningún punto de partida si no se sabe bien adónde ir.
-Si entendiéramos completamente las razones del comportamiento de otras personas, todo tendría sentido.
-Cuando uno no tiene lo que quiere, uno debe querer lo que uno tiene.
-De tus vulnerabilidades saldrán tus fortalezas.
-Las emociones no expresadas nunca morirán. Están enterradas vivas y aparecerán más tarde de maneras más desagradables.
-Toda la vida familiar está organizada alrededor de la persona más dañada en ella.
-La mente es como un iceberg, flota con una séptima parte de su volumen sobre el agua.
-Si aspiras a encontrarte a ti mismo, no te mires al espejo, porque allí encontrarás solamente una sombra, un extraño.
-En todo ser humano hay deseos que no querría comunicar a otros, y deseos que no quiere confesarse a sí mismo.
-El entendimiento es una tabla lisa en la cual nada hay escrito.
-Si quieres poder soportar la vida, debes estar dispuesto a aceptar la muerte.