ZOMBIS

¿Qué Somos?

Somos retazos de ayer fundidos en el hoy…

Sin eso,

¿De qué sirve ese hoy?

Y ¿Qué es el mañana?…

Sino un páramo vacío

y desalmado.

Los zombis existen,

pero es otra cosa la que nos devora el cerebro.

Cuando no reconocemos a nuestros hijos, parejas o amigos,

cuando aquello que era importante y hacía de nosotros un ser único y diferente,

se pierde en la oscuridad de la nada…

¿Qué somos?

¡Fantasmas del ayer!

!Zombis del hoy¡

… y dolor de las almas …

AGUACERO

El cielo amenazaba lluvia y hacía mucho tiempo que no llovía. Hacía falta que lloviera y la pertinaz sequía se había convertido en un tema permanente de los telediarios. Preocupaba que no lloviera y preocupaba que lo hiciera de manera exagerada, como ocurre también de manera habitual en nuestra zona.

Pero tampoco era la primera vez que el cielo prometía lluvia y luego no caía ni una gota. Como todos, el cielo también puede incumplir sus promesas, así que salí de casa envuelto en mis desasosiegos, olvidando la precaución de coger un chubasquero o un paraguas.

Llevábamos 15 minutos andando mis problemas y yo, abstraídos y ensimismados, cuando un gotón en la frente me devolvió a la física realidad. Un acelerado conjunto de gotas me hicieron comprender, que la cosa iba en serio y que el cielo esta vez estaba cumpliendo su promesa y de qué manera, porque en menos de 5 segundos las gotas se habían convertido en una cortina de agua que lo mojaba todo.

Correr tenía sus riesgos, pero quedarse parado en mitad del aguacero tampoco parecía sensato, así que apreté el paso hasta poderme proteger bajo los balcones de unas viviendas cercanas.

Una vez a cubierto, pude dedicar mi atención a ver el conjunto de la postal que se presentaba a mi vista. El parque, los árboles, las aceras, los edificios, la gente moviéndose para protegerse. Todo tenía belleza en su conjunto y a pesar del inconveniente de haberme mojado y de tener que esperar a que escampara para poder moverme de mi improvisado refugio, me hacía sentir mejor.

Los problemas parecían diluirse en la tormenta y la naturaleza parecía decirme que todo puede cambiar, que cualquier momento puede ser bueno a pesar de sus inconvenientes y que después de la tormenta siempre vuelve a salir el sol e incluso se puede pintar un bello arcoíris ante nosotros.

De vuelta a casa paseaba más tranquilo y una sonrisa asomaba a mi rostro. No es que no persistieran los mismos problemas, pero yo me sentía diferente ante ellos y creía sinceramente que podía encontrar el arcoíris al final, si era capaz de abordarlos con sosiego y lógica.

Esa noche volvió a llover y desde la ventana del salón me sorprendí largo rato mirando como resbalaban las gotas por el cristal y como el paisaje parecía otro al del día anterior. ¿Es triste la lluvia? No! Pero afecta a nuestro estado de ánimo y no tiene por qué ser negativamente.

LUCES BLANCAS

 
 

 

LUCES BLANCAS

 

El techo no es tan blanco como debiera, o quizás esta sala no está tan limpia como debería… Es como si esa luz, exageradamente blanca, difuminara los contornos de la realidad.

¿he dejado el móvil apagado? Sí, creo que sí, aunque si me llaman del trabajo… No, no tienen porqué llamar. He leído un par de whatsapp y un correo de la Uned, algo de una actividad que se iba a realizar esta semana. No iré, tal vez la próxima.

¿Por qué me viene tan vívido el sabor del zumo de naranja de ayer?, después tomé otras cosas, pero ese gusto de naranja…

Me alegro de mi solidaridad con el banco de sangre, aunque claro a mí no me pondrán de la mía… Que absurdo, claro que no… Estoy desvariando…

¿Dónde he dejado el coche?, ¿Dónde? … No, estúpido, iba en el tren.

No recuerdo lo último que me han dicho antes de verlos tan lejos, algo de respirar profundo…

Me pregunto si para ellos todas la intervenciones son iguales…

Quiero volver a ver a Vicky, no le he dicho bastantes veces que la quiero y ¿Por qué me enfadé tanto ayer con mi hijo?, no tenía tanta importancia y debo tener más paciencia con él. Yo también andaba perdido a los 18 y ha heredado mi inteligencia. Va a madurar…

Había mucho ruido y movimiento, ahora hay demasiado silencio…

La luz ya no es tan blanca… no quiero dormirme pero es dulce, lejano… no puedo evitar… no puedo… no…

 
 
AUDIO LUCES BLANCAS

FRASES HECHAS

FRASES HECHAS

 
Llevábamos casi media botella de whisky. Daniel me miró con los ojos turbios y me dijo -La diferencia entre implicarse y comprometerse se aprecia en una tortilla con jamón. La gallina está implicada … Pero el cerdo, está comprometido.
 
Esa frase la conocíamos ambos de un curso de gestión de proyectos, pero ahora Daniel no pensaba en trabajo y jugaba con el anillo que le había devuelto Susana.
 
Yo no supe qué decirle, pero me acordé de un refrán que repetía mi abuelo: “La vida es como la escalera de un gallinero, corta, pero llena de mierda”. Serví dos copas y le acerqué una a mi amigo.
 
Mañana será otro día…
 
 
AUDIO FRASES HECHAS

FRASES HECHAS 2

 

 

FRASES HECHAS 2

¡Te acompaño en el sentimiento!

¿Cuantas veces se lo habrán dicho ya esta mañana? Y ¿Que quiere decir exactamente esa frase?… Un formalismo, claro. Un querer quedar bien, según las normas de la hipócrita sociedad.

¡Ojo! y no digo que muchos no lo sientan. Dolor, pena, empatía y temor por la parte que te toca.

Acompañar en el Sentimiento… Como si a la hora de sentir, no fuera cuando más solos y aislados estuviéramos.

No hay manera de saber que sentimos exactamente unos y otros. Si a veces, no sabemos que sentimos ni nosotros mismos: ¿Dolor?, ¿Ausencia? ¿Cansancio? ¿Alivio? O un coctel «molotov» de todos.

Además, las alternativas son igual de vacías: No somos nada. Ha descansado. ¿Tú como estás? ¿Cómo ha podido ocurrir?…

Debería ser una asignatura de primaria. Nadie nos enseña a vivir y nadie nos enseña que morir es la única puerta de salida…

¡Vaya!, parece que me toca y mira que lo aprecio, pero ahora mismo ¿Qué le digo?

-¡Te acompaño en el sentimiento!