Con goteras en el alma, anuncio de fuertes lluvias y los ojos apretados evitando que las lágrimas fluyan. Te tomas otra pastilla de control anestesiado para dar tranquilidad al cerebro que no siento. Química para intentar atar huracán de sentimientos y soportar los reproches que yo mismo clavo en mi pecho. Frustración. Hastío. Dolor. Vacío. Carrusel de pensamientos, buscando en qué me equivoqué: idea, procedimiento, hechos, dichos o momentos... Desde que nació y aún antes cuando era solo sueños. Lo he tenido que hacer mal intentando hacer perfecto. Pero en un punto, No sé, ni supe, ni se saberlo. Pena de libre albedrío. Mísera conciencia y razón. Tanta carga y tanto peso. Tormenta que sigue cayendo con el silencio callado y las goteras de alma encharcando el corazón.
ASFIXIA
Tener que tener tener
obligarnos a obligar
ambicionar la ambición
felices de infelicidad.
Regocijarnos de compromisos
que comprometen el yo
lleno de absurdo vacío
y fuerzan nuestros caminos
a un abismo de dolor.
Tomar pastillas con ansia
para quitar la ansiedad
y arrebatarnos sosiegos
a fuerza de complicar.
¿Así queremos vivir?…
¿ O no nos dejan cambiar?
CONTRADICCIÓN
Queremos volar a la luz
y nos perdemos en las sombras.
Queremos el libre albedrío
y nos ceñimos al instinto.
Creemos que el raciocinio
nos hace tal como somos
y somos esclavitud,
esclavos de nuestros miedos,
nuestros programas genéticos,
nuestros deseos y gozos.
Queremos la libertad
y un torbellino de realidad
nos deja pegados al lodo.
Creemos ser hijos únicos
y somos tan parecidos
como los granos de arena
que mueren uno tras otro.
Ahora que ya somos prisa,
prisa presa de la prosa,
que la rima te esclaviza
y te aparta del ahora.
Vivimos solo el presente
repetido de la historia,
un presente que te ahoga,
que te distrae en espejismos
y que al vacío te aboca.
Los sentidos nos engañan
y hacen del tiempo rutina,
diluido en la tormenta
de ciclos de infinitas olas,
que rompen una tras otra,
prosaica sucesión
de terrenales eventos
en que perdemos el tiempo,
satisfaciendo deseos
que dejan insatisfechos
y preguntando a la nada
si esto puede ser todo.
¿Si todo debe ser esto?…
ROMANCE DEL PRISIONERO
ROMANCE DEL PRISIONERO
cuando hace la calor,
cuando los trigos encañan
y están los campos en flor,
cuando canta la calandria
y responde el ruiseñor,
cuando los enamorados
van a servir al amor;
sino yo, triste, cuitado,
que vivo en esta prisión;
que ni sé cuándo es de día
ni cuándo las noches son,
sino por una avecilla
que me cantaba el albor.
Matómela un ballestero.
¡Déle Dios mal galardón!
Es una poesía anónima de la edad media, que aprendí en literatura de EGB y ya ha llovido… Me «cautivó» por su simplicidad, ternura y belleza y la suelo recitar con cierta frecuencia, para ejercitar la memoria.
Sentimiento puro. Puro sentimiento.
HOMEHAJE A BORGES: AJEDREZ
Insisto en mi profunda admiración por el gran Jorge Luis Borges y además en el caso del poema que incluyo a continuación, une de manera perfecta poesía y ajedrez en una metáfora de la vida que es filosofía y pensamiento. Si no lo conoces, es pecado no leerlo y si ya lo conoces, seguro que disfrutaras otra vez con el.
AJEDREZ
I
En su grave rincón, los jugadores
rigen las lentas piezas. El tablero
los demora hasta el alba en su severo
ámbito en que se odian dos colores.
Adentro irradian mágicos rigores
las formas: torre homérica, ligero
caballo, armada reina, rey postrero,
oblicuo alfil y peones agresores.
Cuando los jugadores se hayan ido,
cuando el tiempo los haya consumido,
ciertamente no habrá cesado el rito.
En el Oriente se encendió esta guerra
cuyo anfiteatro es hoy toda la Tierra.
Como el otro, este juego es infinito.
II
Tenue rey, sesgo alfil, encarnizada
reina, torre directa y peón ladino
sobre lo negro y blanco del camino
buscan y libran su batalla armada.
No saben que la mano señalada
del jugador gobierna su destino,
no saben que un rigor adamantino
sujeta su albedrío y su jornada.
También el jugador es prisionero
(la sentencia es de Omar) de otro tablero
de negras noches y de blancos días.
Dios mueve al jugador, y éste, la pieza.
¿Qué Dios detrás de Dios la trama empieza
de polvo y tiempo y sueño y agonía?
Jorge Luis Borges
HOMENAJE A BORGES: EL RELOJ DE ARENA
Reconozco mi profunda admiración por el gran Jorge Luis Borges y me gustaría incluir un poema suyo, que me parece genial. Si alguien no ha tenido la suerte de leerlo, no debe desperdiciar esta oportunidad.
EL RELOJ DE ARENA
Está bien que se mida con la dura
Sombra que una columna en el estío
Arroja o con el agua de aquel río
En que Heráclito vio nuestra locura
El tiempo, ya que al tiempo y al destino
Se parecen los dos: la imponderable
Sombra diurna y el curso irrevocable
Del agua que prosigue su camino.
Está bien, pero el tiempo en los desiertos
Otra substancia halló, suave y pesada,
Que parece haber sido imaginada
Para medir el tiempo de los muertos.
Surge así el alegórico instrumento
De los grabados de los diccionarios,
La pieza que los grises anticuarios
Relegarán al mundo ceniciento
Del alfil desparejo, de la espada
Inerme, del borroso telescopio,
Del sándalo mordido por el opio
Del polvo, del azar y de la nada.
¿Quién no se ha demorado ante el severo
Y tétrico instrumento que acompaña
En la diestra del dios a la guadaña
Y cuyas líneas repitió Durero?
Por el ápice abierto el cono inverso
Deja caer la cautelosa arena,
Oro gradual que se desprende y llena
El cóncavo cristal de su universo.
Hay un agrado en observar la arcana
Arena que resbala y que declina
Y, a punto de caer, se arremolina
Con una prisa que es del todo humana.
La arena de los ciclos es la misma
E infinita es la historia de la arena;
Así, bajo tus dichas o tu pena,
La invulnerable eternidad se abisma.
No se detiene nunca la caída
Yo me desangro, no el cristal. El rito
De decantar la arena es infinito
Y con la arena se nos va la vida.
En los minutos de la arena creo
Sentir el tiempo cósmico: la historia
Que encierra en sus espejos la memoria
O que ha disuelto el mágico Leteo.
El pilar de humo y el pilar de fuego,
Cartago y Roma y su apretada guerra,
Simón Mago, los siete pies de tierra
Que el rey sajón ofrece al rey noruego,
Todo lo arrastra y pierde este incansable
Hilo sutil de arena numerosa.
No he de salvarme yo, fortuita cosa
De tiempo, que es materia deleznable.
Jorge Luis Borges
Siempre me han gustado los relojes de arena y había jugado mentalmente con la metáfora de ir perdiendo tiempo y vida con la caída de la arena, pero como lo expresa el maestro Borges es sublime.
Abofetea nuestra conciencia con verdades profundamente arraigadas en nuestro subconsciente, haciéndonos conscientes de ellas y permitiéndonos compartir su sabiduría.
¡Gracias Borges! por enfrentarnos a los espejos, al tiempo, a la vida y a la muerte, al vacío y al inevitable posterior olvido…
VACÍO
VACÍO
Estaba solo y vacío,
vacío de cuerpo y alma,
alma llena de recuerdos,
recuerdos de la soledad pasada.
Soledad que daba miedo,
¡Miedo a lo que vendría luego l
Luego el reloj dio la hora,
hora de vacío y muerte.
Muerte que me espera afuera,
afuera en el patio frío…
Fríos fusiles que apuntan…
Apuntan y después… ¡VACIO!
SUEÑOS
SUEÑOS
COMPLEJOS
COMPLEJOS
Yo, que no era nada ayer
me erijo ahora en el centro,
aupado en mi consciencia,
midiendo los confines
de absurdas pertenencias.
Yo, que no era nada ayer
hoy juego a ser ombligo,
invento la moral,
la lógica, el destino
y creo adivinar
basado en la experiencia
razones y sentidos
que enmarco como esquemas.
Yo, que no era nada ayer,
y acaso soy el mismo,
pretendo comprender
sumido en mi demencia,
el cómo y el porque
de todo el universo.
Yo, no era nada ayer,
pero ahora soy, existo
dudo de la ley
y caigo en el abismo,
que rompe la razón
y agota los instintos,
queriendo responder
a ser, con seguir siendo
y a ayer, con infinito.
Yo era feliz ayer,
lo era sin saberlo,
y en busca del saber
me ahogo en mis complejos.
TIC TAC
TIC TAC
Tictac… Rutina.
Hoy y ayer confundidos
en un próximo futuro:
así es la vida.
Tictac, vacío.
Sin nada con que llenar
las horas estériles,
rotas y sin sentido.
Tictac, silencio.
Tictac como único ruido.
Mudo aliento sin saliva,
vago eco de un graznido,
que sentencia nuestras vidas
a luchar contra el destino.
Tictac y el miedo
como mayor enemigo
a perder ese tictac
y caer en el abismo,
a la negra obscuridad,
a perder el yo querido
y quedarse sin rutina,
sin horas y sin silencio,
a ser solamente tiempo.
Tictac de la eternidad,
tan viejo como el principio.
Si existe la perfección,
o existe con tu permiso
o sois los dos uno mismo,
uña y carne de ese ser
que es uno y otro ciclo,
que es lo único que es:
bien, energía, universo,
nirvana, dios, el arjé…
Símbolos, abstracción,
conceptos de la razón
la duda y el pensamiento.
Caminos de la verdad…
o quizá, tan solo sueños…